Situado en el V Distrito, pleno corazón del famoso Barrio Latino, el Panteón representa uno de los primeros monumentos neoclásicos que existieron en Francia.
En su entorno se encuentran otros monumentos parisinos famosos como la iglesia Saint Étienne du Mont, la Universidad de París Sorbonne, los liceos Louis-le-Grand y Henri-IV, además del edificio del Ayuntamiento correspondiente al V distrito.
En un comienzo el proyecto de construcción del Panteón tenía previsto que fuera la iglesia dedicada a la Patrona de la ciudad de París, Santa Genoveva.
La obra del Panteón comenzó en el año 1764 y la obra estuvo a cargo del arquitecto Soufflot, pero las dificultades a nivel financiero por las que atravesaba la monarquía francesa sumadas a la muerte prematura de Soufflot hicieron que el proyecto se retrasara, siendo la duración total de los trabajos de 26 años.
Fueron los socios de Soufflot quienes se encargaron de continuar con la edificación del monumento concluido finalmente en 1790 durante la Revolución Francesa.
Luego comenzaron remodelaciones y distintos destinos para el Panteón, que en 1791, aún no estando consagrado como iglesia y por decisión de la Asamblea Nacional Francesa se votó que fuera utilizado para albergar los restos de hombres ilustres de Francia, comenzando entonces una remodelación a cargo de Quatremere de Quince que culminaría en 1793, adquiriendo el aspecto actual, quedando grabada una inscripción que versa “Aux grands hommes la patrie reconnaissante” (A los grandes hombres, la patria agradecida).
Durante el Primer Imperio Francés, el edificio continuó con su función de mausoleo siendo a la vez un lugar de culto a partir de 1806, tras la caída de Napoleón I, cuando se restringe el uso al de iglesia consagrada a Santa Genoveva y se ordena borrar la inscripción del frontón.
Ya en 1830 se retira el culto católico de la iglesia y nuevamente se convierte en un panteón llevando el nombre de “Templo de la gloria” y de 1848 a 1851, bajo el gobierno de la Segunda República, pasaría a llamarse como “Templo de la Humanidad”, pero nuevamente durante el Segundo Imperio se le devuelve su uso religioso exclusivo y por segunda vez se borra la inscripción del frontón.
Finalmente durante la Tercera República Francesa vuelve a tener su uso laico, que coincide con el funeral del dramaturgo Víctor Hugo y desde 1885 se transforma definitivamente en el lugar de descanso de los restos mortales de los grandes hombres de Francia.
En el año 1920 el Panteón es clasificado como Monumento Histórico albergando desde entonces los féretros de ilustres personalidades de la historia francesa, entre ellos Voltaire, Victor Hugo, Marat, Rousseau, Marie Curie, Louis Braile y también el arquitecto Soufflot.
Durante el año 1927 fue colocada una placa donde figuran los nombres de escritores franceses muertos durante la Primera Guerra Mundial, un acto que se repite al terminar la Segunda Guerra Mundial como forma de honrar a los escritores franceses fallecidos entre 1939 y 1945.
Si se recorren los muros del Panteón es posible ver las inscripciones de más de mil nombres que pertenecen a famosos personajes de la historia de la República y en la cripta han sido colocadas dos placas donde figuran los nombres de las víctimas de la Revolución de 1830 y también los nombres de los muertos durante la Revolución de 1848.
Otros personajes famosos fueron alojándose en el Panteón como los restos de Alejandro Dumas en 2002, que se encontraban hasta entonces en el cementerio de Aisne.
Como dato curioso se destaca el famoso Péndulo de Foucault, colocado por León Foucault en 1851, un experimento que fue realizado para demostrar la rotación de la Tierra y la existencia de la denominada “fuerza de Coriolis”. Una réplica del péndulo fue colocada en el Panteón en 1995.
Este imponente edificio fue durante el siglo XIX el lugar que mejores vistas panorámicas de la ciudad ofrecía, hasta la llegada del siglo XX y con él la construcción de la Torre Eiffel.
El edificio mide 110 metros de largo por 84 metros de ancho, destacándose su fachada decorada por columnas corintias que culminan en un frontón triangular, obra de D’Angers y que representa un símbolo de los grandes hombres como Bonaparte, Rousseau y Voltaire, entre otros, completando el conjunto un magnífico domo que cuenta con 83 metros de altura.
En su interior se distinguen los bajorrelieves que sirven de decoración, además de varias pinturas donde se ven representados elementos tanto republicanos como religiosos y en el centro oscila una réplica del Péndulo de Foucault, una esfera de 47 kg de peso suspendida de un hilo de 67 metros de extensión.
Utilizando las escaleras se llega a la cripta donde se encuentran las personalidades francesas más destacadas de la historia del país, existiendo hoy un decreto que establece que la transferencia de un cuerpo al Panteón deberá siempre ser autorizada por el Jefe de Estado y únicamente a pedido de un comité especial formado por personalidades o descendientes del personaje que se demuestre haya contribuido a defender los valores republicanos o también personalidades que hayan participado en actividades tendientes al progreso de la humanidad.