Conocido por los parisinos como el Hotel Biron, esta magnífica mansión del siglo XVIII ubicada en el distrito VII de París, alberga el Museo Rodin desde 1919 época en la que fue inaugurado.
La mansión fue adquirida por el Estado francés en 1905 y Auguste Rodin alquiló la planta baja en 1908, haciendo tiempo después una primera donación de parte de su colección personal concluyendo este legado en 1916 al donar el resto de sus obras, como también su colección particular, archivos y hasta su propiedad de Meudon.
Vale la pena reparar en la arquitectura de esta magnífica mansión, un típico hotel francés compuesto por un castillo pequeño rodeado con varias hectáreas de jardín y en el interior un total de 18 habitaciones, de las cuales 10 se encuentran en la planta baja y 8 en la superior.
De estilo neoclásico, su fachada combina el clásico y el renacentista con remates de arquitectura de estilo popular en las chimeneas y buhardillas.
El ingreso al Museo Rodin se realiza por la capilla, totalmente renovada por el arquitecto Pierre-Louis Faloci, y una vez en el interior el visitante podrá disfrutar de las mejores y más expresivas obras de Rodin, todas ellas distribuidas en los diferentes salones de la mansión. Además, se tiene acceso también a la colección personal del artista, sus dibujos y las obras de Camilla Claudel.
Rodin vivía en una casa de ladrillo y piedra en la villa de Brillants en Meudon, un inmueble que había adquirido en 1895, siendo el ambiente adecuado para llevar adelante su carrera de artista.
Quienes visitan hoy el Museo Rodin tendrán la posibilidad de descubrir el espíritu y la atmósfera en la que trabajaba este gran artista, gracias a un plan de renovación realizado durante 1997 que reconstruyó a través de fotografías de la época el ambiente de trabajo de Rodin.
El jardín del Museo Rodin también es una gran muestra de arte a través de monumentos hechos en bronce como las Puertas del Infierno, El Pensador, Los Burgueses de Calais y hasta el monumento a Balzac.
La colección expuesta en el museo se encuentra formada por bronces, mármoles, terracotas, yesos, ceras, cerámicas, pinturas, pastas de vidrio, gres y diversos diseños del artista, compartiendo el espacio con obras de otros maestros como por ejemplo Monet, Renoir y Van Gogh. Ya la colección personal de Rodin se destaca por sus obras de estatuas antiguas y también fotografías.
El Museo Rodin es uno de los más populares en toda Francia y el cuarto museo más visitado en París después del Museo de Louvre, Versalles y Orsay.
Con más de siete mil esculturas del artista, que representan lo más impactante de su gran obra, cabe destacar que a través del recorrido es posible advertir que también fue un dibujante magnífico y un coleccionista de arte incansable, siendo así un artista completo con muchas facetas que pueden descubrirse en una visita completa al museo.
Obviamente que una de sus obras más famosos atrae las miradas del público que llega hasta el museo. El Pensador se encuentra ubicado en el jardín de la mansión y nace como encargo que el Museo de Artes Decorativas de París le hace a Rodin para crean un gran portal que estuviera basado en La Divina Comedia de Dante.
El Pensador, que terminó de esculpirse en 1880, es una escultura fundida en bronce y para realizarla Rodin contó con la ayuda de un discípula llamado Miguel y apodado el Asturiano.
Este gran artista exploró diversas áreas del arte y además de conocer la fama también ayudó a muchos artistas nuevos. Recibió también el título de Caballero de la Legión de Honor como una forma de reconocimiento a sus famosas obras expuestas en el mundo entero y durante muchos años su famosa obra de El Pensador permaneció frente al Panteón de París.
Su producción de dibujos también se destaca y se calcula en unos diez mil en total, de los cuales siete mil se encuentran en el museo, pero solo se hacen muestras periódicamente dado la fragilidad del papel. Estos dibujos eran utilizados por el artista como proyectos de una escultura o monumento, siendo según los dichos del propio Rodin “la clave de su trabajo”.
Su colección de arte también es amplia y variada ya que comenzó a coleccionar estampas japonesas en 1900, pero en 1890 cuando aín residía en Meudon, dio inicio a una gran colección de obras de arte antiguas de Egipto, Grecia y Roma, completando más tarde todo esto con obras del Lejano Oriuente.
Jarrones griegos y egipcios, fragmentos de Venus y variadas figuras de bronce se encontraban en el estudio del escultor, quien compró más de seis mil obras de arte gracias al dinero que recibía por sus trabajos a medida que su fama crecía.
Un espacio de arte increíble el Museo Rodin permite no solo conocer las grandes obras de este artista sino conectarse con la cultura y la historia de una época de Francia.