Situado en el Parque Monceau el suntuoso Museo Nissim de Camondo funciona en la lujosa mansión propiedad de Moise de Camondo construida durante el año 1912 por el arquitecto René Sergent.
Inaugurado en 1936, a la notable colección que alberga de muebles y objetos de arte variados pertenecientes al siglo XVIII, se suma al interés que despierta tener la posibilidad de conocer esta tradicional mansión burguesa que ha sido conservada tal y como era durante el siglo XX cuando la habitaban los miembros de la familia de Camondo.
La impresionante mansión construida en 1911 y que alberga el Museo Nissim de Camondo, fue el hogar del rico y poderoso banquero Moise de Camondo, un apasionado del arte que dedicó parte de su fortuna a la adquisición de objetos de arte francés del siglo XVIII.
El encargado de la construcción de este maravilloso edificio fue el arquitecto René Sargent a pedido de Camondo que deseaba un lugar especial que alojara su enorme colección de arte y que a su cumpliera la función de albergarlo también a él y a su familia.
Esta aristocrática mansión ofrece a los visitantes una visión perfecta de cómo era la vida de este rico banquero que representa toda una época en la historia de París y cuenta además, parte de la apasionante historia de una casta familiar que ilustra sobre los cambios que durante siglos afectaron la vida de las familias judías en diferentes etapas de gloria, riqueza pero también de persecución y muerte.
La historia de la familia de Camondo es realmente apasionante cuando los primeros integrantes de la familia debieron abandonar España y vivir en Venecia, Viena y Chipre llegando luego a París y terminar sus últimos descendientes viviendo un trágico destino en Auscwhitz.
Los Camondo representaron una ilustre, rica y aristocrática familia judía que fue consumiéndose junto a otros tantos judíos europeos víctimas del drama y persecución durante la Segunda Guerra Mundial.
Los más lejanos antepasados de la familia Camondo son representados por Jaim quien dio inicio a esta dinastía y a la fortuna familiar. Un mercader que contó en esa época con la protección de la Casa de los Austria, exceptuándolo del pago de impuestos.
El hijo de Jaim acrecentó considerablemente la fortuna de la familia y junto a él su hermano Abraham lograron construir un verdadero imperio formado por tiendas, una fábrica de ladrillos y una de aceite de oliva, convirtiéndose éste último en el único heredero del Banco Isaac Camondo & Cía del Imperio Otomano.
Abraham se transformó también en un hombre influyente e intervino a favor de las comunidades judías que eran amenazadas en la época. Realizó numerosas donaciones a los pobres e hizo construir no solo sinagogas sino también hospitales, escuelas y orfelinatos tanto en Estambul como en ciudades vecinas.
Sobrevinieron luego diversos acontecimiento y al llegar el año 1866 muchos integrantes de la familia Camondo murieron y otros fueron víctimas de una gran hostilidad por parte de la comunidad sefaradí por divergencias sobre la idea de introducir los idiomas francés y turco en las escuelas judías, algo que promovía la familia en contra de una conservadora franja de la comunidad que se oponía a estos cambios.
Fue así que los hijos de Abraham Camondo tomaron la decisión de abandonar el Imperio en 1869 y mudarse a París, considerando a Francia como un país evolucionado y libre donde les sería sencillo desarrollar sus proyectos comerciales.
Sin embargo, encontraron un país profundamente hostil hacia los judíos, a pesar que la comunidad parisina era mucho más abierta que la del Imperio Otomano, algo que les permitió prosperar y ya a fines del siglo XIX poseían negocios tanto dentro como fuera de Francia, a pesar de sufrir los ataques antisemitas de la clase rica parisina.
Por consejo de los hermanos Pereire, se instalan en Monceau y compran dos mansiones adyacentes entre Saint-Germain y Saint Honoré.
A pesar que los hermanos eran muy diferentes entre sí continuaron unidos Isaac, con grandes dotes para los negocios se dedicaba a aumentar la fortuna de la familia en tanto que Moise, con una gran afición por las artes canalizaba su afición a través de la compra de objetos y obras que afianzaban su espíritu refinado y culto.
Moise de Camondo se casó con Irene Cahen d’Anvers y tuvieron dos hijos Nissim en 1892 y Beatrice en 1894, divorciándose la pareja en 1901. Por su parte Isaac de Camondo no se casó pero tuvo dos hijos ilegítimos a los que no reconoció muriendo en 1911.
Moise se convierte en un gran coleccionista de arte del siglo XVII, pero pierde completamente el amor por la vida con la muerte de su hijo Nissim, aviador que fallece durante una misión en la Primera Guerra Mundial.
Así, antes de morir en 1935 Moise lega la mansión totalmente amueblada y guardando su colección de arte, al Estado Francés, con la sola condición que se preservara la integridad y el origen de la vivienda reformándola para transformarla en un museo público.
El Museo Nissim de Camondo consta de una increíble colección de arte formada por relojes de bronce, lámparas de araña, barómetros, armarios, jarrones, valiosa porcelana, menaje y magníficos servicios de mesa de plata, además de escultura y pinturasque reflejan la sensibilidad artística de Moise de Camondo y permiten conocer un poco de la historia de esta dinastía judía que durante siglos no solo fue capaz de amasar una gran fortuna sino que realizó importantes aportes culturales.