Situado en pleno Barrio Latino, el Museo Cluny, cuyo nombre original es “Musée Natiunal du Moyen Âge” tiene toda la estampa de los antiguos colegios de estilo góticos ingleses.
Albergó en el pasado un hospicio y residencia de los Abades de Cluny, sufriendo varias reformas desde 1485 hasta 1510, ordenadas por el abad de Cluny Jacques d’Amboise, fue confiscado por el estado durante el año 1793 y cambio varias veces de propietarios incluyendo a María Tudor, quien lo utilizó como su residencia temporal luego de la muerte de su esposo.
Alejandro du Sommerard instaló en este edificio en 1833, su colección de obras y objetos medievales y del Renacimiento y luego de su muerte ocurrida en 1842, toda la colección fue adquirida por el Estado francés fundando el Museo Nacional de la Edad Media, que a partir de 1843 fue abierto al público, cumpliendo hijo de Alejandro du Sommerard como director del mismo.
Con una extensa y rica historia este magnífico edificio fue construido sobre las ruinas de unos baños greco-romanos de los que aún hoy quedan restos de las termas que pueden visitarse.
El Museo Nacional de la Edad Media o Museo Cluny, como se lo conoce popularmente, es un espacio que tiene por objetivo principal ilustrar a los visitantes sobre todo aquello que se relacione con la época medieval y también un acercamiento a la vida cotidiana y su desenvolvimiento.
Así, magníficos tesoros de gran valor forman las colecciones expuestas en este museo tan especial, entre ellas joyas, pinturas, esculturas, tapices, textiles, armas y armaduras, además de manuscritos, monedas de oro y una gran variedad de objetos antiguos, que suman más de dos mil elementos en exhibición.
Además, la Galería Notre Dame, posee monumentales estatuas de los reyes de Israel, todas ellas realizada con la finalidad de adornar la fachada occidental de la famosa Notre Dame de París, pero que fueron literalmente decapitadas durante la Revolución Francesa y sus cabezas fueron halladas recién dos siglos después en medio de unas excavaciones que durante el año 1977 se realizaban en la zona. Resconstruídas fueron luego trasladadas al Museo Cluny.
Entre las curiosidades que es posible apreciar se encuentra una colección de vidrieras pertenecientes a la Santa Capilla de la Basílica de Saint-Denis.
Uno de los tesoros más preciados que expone el museo es el tapiz de la Dama con el Unicornio, una obra que fue descubierta por casualidad en el Castillo de Boussac por el escritor Georges Sand. Una maravillosa obra que afortunadamente conservó sus colores y belleza durante cinco siglos.
Esta obra de arte, de valor incalculable, puede verse en una habitación especial del museo bajo una luz especial filtrada junto a otros tapices muy delicados que requieren cuidados especiales para su correcta conservación.
El bello Jardín Medieval, creado alrededor del “hotel de los abades de Cluny” fue inspirado en las colecciones medievales que se exponen en el museo y las termas galo-romanas del siglo I, que también pueden visitarse representan un fantástico testimonio de la arquitectura de la época, ambos lugares completan el paseo por el Museo Cluny que además ofrece actividades y eventos tanto para adultos como para niños.