Considerada como la segunda mayor iglesia de París, después de la famosa Notre Dame, la Iglesia de Saint Sulpice, ubicada en el sexto distrito se destaca por su magnífico campanario que gracias a sus más de cien metros de altura permite divisarla desde varios puntos de la ciudad.
Un templo que se hizo famoso en el mundo entero debido a la novela El Código Da Vinci que atrajo a esta iglesia desde 2005 más de doscientos mil visitantes anuales.
Hermosa y enigmáticala Iglesia de Saint Sulpice supone un gran laberinto con estrechos pasadizos construidos para unir sus veintiuna capillas, destacándose su enorme peristilo, grandes buhardillas, apartamentos que no se utilizan y han quedado ocultos bajo los techos del templo.
Su construcción, idea del sacerdote parisino Jean-Jacques Olier, comenzó en 1646, bajo las órdenes del arquitecto Christophe Gamard y llevó más de un siglo en ser finalizada.
Este templo construido sobre las ruinas de una iglesia que existía desde el siglo IX y que a su vez fue edificada sobre los restos de un templo románico, vio interrumpida sus obras en 1678 debido a dificultades financieras, reiniciándose los trabajos recién en 1714.
Llamado como el Templo de la Victoria durante la RevoluciónFrancesa, Saint Sulpice cumplió el papel de un salón de fiestas y banquetes, hasta que en 1800 fue recuperada como templo pero habiendo perdido ya una gran parte de sus riquezas.
En su fachada pueden distinguirse dos pisos de elegantes columnas y también dos torres en cada extremo. Dos pórticos la completan uno en estilo dórico y otro corintio, ubicados sobre un frontón de forma triangular entre las dos torres.
En su interior se destacan sus cinco naves rodeadas de capillas laterales y los amplios arcos de las ventanas que permiten el ingreso de la luz exterior, sobresaliendo una de las capillas laterales llamadala Capillade los Ángeles, decorada con bellos murales de Eugéne Delacroix.
El gnomo de la meridiana solar fue un encargo que el sacerdote Languet de Gercy hizo a un astrónomo llamado Henry Sully y cuya finalidad era la de calcular la fecha de la Pascua a través de los equinoccios.
El astrónomo construyó entonces una línea de latón en el suelo paralela a los meridianos de la tierra y la extendió hasta llegar a un obelisco de mármol de once metros de altura que se encuentra en la pared y que es una de las tantas cosas que llama la atención de los visitantes.
Una iglesia realmente imponente tanto desde el exterior como cuando se ingresa a ella, resaltando sus enormes paredes y columnas de piedra y donde aún se realizan conciertos utilizando un magnífico órgano de tubos que data de 1862. Sin duda una delas cosas que ver en París y que no puede faltar en tu visita.